miércoles, 22 de diciembre de 2010

Vuelo Hidrocálido



Llevaba ya un rato planeando una ruta extrema que me haría conocer varios aeropuertos de un tiro. La ruta original sería Toluca-Aguascalientes-Zacatecas-San Luis- Toluca. Si bien la ruta suena a un deleite de estudiante, creo que cuando uno planea ese tipo de cosas no piensa en el cansancio y desgaste que la ruta va implicando conforme va pasando el tiempo. Y eso justamente pasó...

Cuando me levanté a las 5 de la mañana para llegar al aeropuerto de Toluca para mi vuelo a las 8, mi sueño y cansancio fue extremo. Me desanimé de inmediato a volar una ruta tan larga, ya que sabía que estaría en el avión aproximadamente unas 7 horas. Llegué a Toluca con la firme convicción de dejar Zacatecas a un lado y solo hacer Aguascalientes y San Luis. Si me tocaba volar en el avión con Garmin 1000 sería un absoluto paro volar con piloto automático. Ahora, creo que para un estudiante que aspira a piloto comercial el piloto automático es un capricho y un lujo. Los aviones escuela generalmente no cuentan con tal y eso hace siempre al alumno más fino en mantener la estabilidad del avión. En mi caso bueno... me gusta usarlo en crucero, la verdad es que en rutas tan largas como la que les cuento, el estar trimmeando el avión por 2 horas en crucero se vuelve un exceso.

Para mi sorpresa me tocó irme en el otro y bueno... La carga de trabajo se duplica automáticamente al tener que tener el 200% de tu atención en la actitud del avión ya que su "humor" puede cambiar en cualquier segundo (bueno, no es como que no suceda en cualquier situación en un avión pero ustedes entienden a que me refiero).

El vuelo de ida estuvo bien, la ruta a seguir fue directo pasando León por la izquierda hasta llegar a Aguascalientes. Nunca había ido para esa parte el país y no me deja de sorprender lo seco que es el paisaje por allá. El aterrizaje en Aguascalientes no tuvo mayores complicaciones (excepto por el impacto que provoca la joroba que tiene la pista). Al llegar allá nos recibió un amigo de Aguascalientes que nos llevó a desayunar birria y después nos dio un tour completo por todo el aeropuerto y la torre de control.





Al regreso se armó la guela porque hicimos un pase bajo en la pista de AGS, sin embargo continuamos nuestro eterno vuelo de regreso a Toluca. El viento cruzado desde el Este estaba tan fuerte que acabamos casi sobrevolando Morelia aunque en ningún momento la ruta pasaba por ahi. La verdad es que el regreso se me hizo eterno.



A veces a uno le da toda la emoción subirse por horas pero ya una vez arriba y en crucero se vuelve bastante pesado el estar sentado viendo sin fin como va bajando el número de millas que faltan para llegar a nuestro destino. LECCION APRENDIDA

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