lunes, 29 de agosto de 2011

Hoy estudiante, mañana desempleado



Probablemente debería estarme yendo a dormir pero siento que me debía una entrada al blog que probablemente mañana amerite que comparta con quien sea que lea esto.

Mañana después de mucho esfuerzo, tiempo y dinero es mi examen profesional para la licencia de piloto comercial. Si hace dos años y medio me hubieran preguntado sobre este día no lo hubiera creído jamás. Mi idea de un examen profesional en ese entonces era pararme en la Sala de Conferencias del ITAM con mis papás, hermano, amigos y familiares a exponer una tesis para Licenciado en Economía que todo tendría que ver con aviación. No sabía como, ni de que, pero sabía que de eso iba a ser mi tesis.

Ahora digamos que mi tesis es un poco diferente, estaré sentado enfrente de 3 sinodales y instructor que estarán al pendiente de mis habilidades como aviador, como doctores viendo al cirujano operar con delicadeza a corazón abierto. Tendré que demostrar que soy capaz de volar un avión en condiciones de instrumentos mientras al mismo tiempo revisarán que tengo las capacidades para tener una cabina en orden y la mente en el lugar adecuado.

Confieso (aunque creo que todo mundo ya lo notó) que estoy algo nervioso. Muy ( y realmente muy) en el fondo se que puedo llegar, sentarme y hacerlo sin ningún problema sin siquiera pensar en estar nervioso. Creo que el nerviosisimo es parte de todo el show que le monto a la emoción de lo que implica pasar el examen de mañana. También confieso que nunca he sido el más estudioso del mundo, debería revalorar eso. Me encanta dejar todo para el último minuto y hacerlo todo bajo presión y en 2 segundos. Ojo: no confundamos eso con indiferencia. Por supuesto que no soy indiferente al conocimiento ni a mis responsabilidades, solo creo que abuso de mi capacidad para retener y actuar en un periodo muy corto de tiempo. O al menos así lo veo yo no se ustedes. Hasta ahora he corrido con suerte, si es que todo esto se trata de suerte. Si no es de suerte entonces agradezco tener grandes aptitudes.

En fin, espero no ponerme nervioso (aunque ya me conozco, a los 5 minutos estaré totalmente tranquilo). Me encanta imaginar que voy a llegar, sentarme, sonreir y como si nada hacer lo que ya he hecho muchas veces. Pero se que llegaré tímido y asustadizo... Supongo que da igual, me gusta pensar que estoy muy emocionado. Como todas aquellas veces que me he presentado en competencias y presentaciones. Como aquella vez que bailé en el campeonato mundial en Filadelfia, los primeros 2 segundos de la primera ronda sentí como toda la tensión recorría mi espalda (nunca había tenido esa sensación antes), y al terminar recuerdo haber salido del escenario brincando de emoción y adrenalina. Estoy 100% seguro que así será mañana, va a ser increíble! Voy a gozar las maniobras, me voy a felicitar en silencio, me voy a estar narrando mi examen en la mente como si fuera un partido de futbol. Estaré platicando con el Vertical Speed como si estuviera entrenando a un perrito, estaré al mismo tiempo pensando si me están viendo o no, veré al RMI y diré "falta, falta...ahí viene, ahí viene", esperaré los mínimos como si mi vida dependiera de ello y en la ida al aire me felicitaré por no haberme bajado de ellos.

Me voy a lucir...o eso espero je. Y si no me luzco, igual festejaré porque sabré que hice lo mejor que pude con todo y nervios encima. Aprobar el examen es lo mínimo que debo regresarle a mi mamá por el esfuerzo y apoyo que me dio para pagar mi carrera, es lo mínimo que me debo por haber decidido tomar este camino y hacer lo que siempre había querido.

Solo espero (y lo digo con toda la intención de llevarlo acabo) que no sea mi último examen profesional (y no porque lo vaya a repetir, no se confundan). Que sea el primero de muchos triunfos.

Después de mañana, seré un desempleado. Ya no seré un niño, ni estudiante. Seré un adulto con la responsabilidad de hacer mi trabajo bien, pero sobretodo de comenzar a crecer académica y profesionalmente.

Let's do this people!




viernes, 5 de agosto de 2011

Acerca de cuando uno entra a la universidad y otros temas



Hoy es cumpleaños de un amigo que el próximo lunes entra a la universidad tras un año de incertidumbre sobre lo que iba a pasar en su vida. Por diversas causas el finalmente decide entrar a estudiar Finanzas (carrera que le queda muy bien debo comentar).

Siempre que alguien va a entrar a una nueva etapa académica en su vida no puedo evitar recordar cuando yo me encontraba en exactamente la misma situación. Supongo que ya tengo la edad suficiente para empezar a sonar como gente grande que recuerda esas etapas. Muchas veces uno no entiende porque la gente adulta siempre goza de comentar sus pasadas vivencias aburriendo a la gente más joven con su discurso sobre experiencias q a la mayoría de la gente no interesan.

En mi caso la historia es bastante interesante, yo siempre había querido ser piloto (cosa que actualmente tengo el gusto de hacer) pero en mi casa por cuestiones que comienzo a comprender (y que ahora explicaré) terminé, por bendición y error, en la universidad. Ser piloto no iba mucho con la línea que mis primos más grandes habían trazado. Todos ellos tenían una carrera en las cuales se desempeñaban con éxito, aunque el ejemplo más claro era uno de mis dos primos hombre que estudió ingeniería para posteriormente irse a una maestría en finanzas y negocios. Tantas maravillas contaba mi primo que mi mamá decidió que la moda era el mundo de los negocios y las finanzas. Ella tomó en ese momento la misión (que cumplió con éxito en aquel entonces) de convencerme que yo tenía que estudiar algo relacionado el tema. Yo sin embargo, continuaba con el deseo de ser piloto pero ese deseo pronto fue desvanecido de mi cabeza por la insistencia de mis papás a que yo tenía que tener una carrera "real". Mi mamá como siempre se apoyó en sus buenos deseos diciendo que mientras yo estudiaba mi carrera, los veranos los iría a pasar a Phoenix para completar mi carrera de piloto. Yeah right... Eso por supuesto nunca pasó.

Finalmente terminé estudiando Economía, que además de ser la carrera de moda, iba a ser una garantía para mi futuro. Honestamente si me preguntan, creo que si lo es. En la universidad a la que finalmente entré estudiar Economía era estudiar lo mejor de lo mejor garantizando que el desempeño laboral sería increíble. Ahora que la mayoría de mis amigos han ido egresando, la realidad no es muy distinta a esa. Todos tienen muy buenos trabajos (no los que uno quisiera, pero creo que eso ya es por naturaleza) y tienen un "futuro" garantizado. En mi caso bueno, ahora soy piloto y soy feliz. No pude haber tomado mejor decisión que dejar el mundo de la economía y las finanzas por el mundo de la aviación.

Una vez adentro de la aviación, me di cuenta de lo valioso que había sido haber pasado 4.5 años en la carrera me doy cuenta de la ventaja intelectual que cargo sobre la gran mayoría de los compañeros aviadores. Ahora, antes de que se me avienten encima para decirme que discrimino a la gente que no estudió una carrera debo aclarar un punto muy muy importante. Reconozco abiertamente que hay personas muy inteligentes y capaces en la aviación que gozan de tener un conocimiento rico y siempre bienvenido sobre todo lo que uno debería de saber para ejercer la profesión de aviador. Finalmente el objetivo siempre es que todos esten lo mejor preparados posibles y mi comentario no implica que la profesión de aviador es una profesión fácil. Quiero hacer notar a todo aquel que no es aviador, que se necesita mucha pericia mental y mucha actitud para ser un gran piloto. A diferencia de una carrera de escritorio, el aviador pone en riesgo su vida todos los días ejerciendo su profesión ( y no xq volar sea algo peligroso, si no que cuando uno estudia economía, contabilidad, etc. un mal cálculo no lo lleva del cielo al suelo en cuestión de minutos). Sin embargo, y regresando al punto que quiero cubrir, estudiar una carrera da un panorama más amplio y enfría muchas inercias a cuando uno pasa de la preparatoria a la aviación. No es porque yo me sienta superior, simplemente se nota en la manera de estudiar, de entender, de analizar, de cuestionar todo lo que se encuentra a mi alrededor. Pero esto por supuesto es un debate candente en el cual no quiero entrar. Respeto a todos mis compañeros aviadores y reconozco que hay gente mucho más hábil que yo para los temas de nuestra profesión y creo que eso está bien y punto.

Regresando al tema original, recuerdo muy bien mi primer día en la universidad. Iba un poco atemorizado ya que nunca antes había cambiado de escuela y enfrentarme a una dinámica nueva me parecía bastante sorprendente. La primer clase fue algo escalofriante, el maestro que llegó básicamente nos mentó la madre y nos condenó a reprobar la materia (maestro al cual al final del semestre todos amábamos). La gente con la que convivía era completamente diferente a la que había convivido tantos años. Fue un poco un shock cultural y emocional, no sabía en donde me había metido, pero creo que más bien no sabía que esperar del lugar al cual había entrado. Recuerdo también que esos días todo sonaba muy emocionante, éramos jóvenes listos para enfrentarnos al futuro laboral y exitoso que nos esperaba. Todos llegábamos listos para aprender cualquier cosa que nos pusieran enfrente creyendo que podíamos pasar por la universidad con la mano en la cintura. El primer día llegas y empiezas a conocer gente, pero no sabes con quien unirte y con quien no. Aunque es chistoso como todo mundo se empieza a juntar según si son compañeros de la misma clase o por si tuvieron 2 minutos de plática afuera del pasillo. Es curioso pero esa gente con la que convives en la primera semana y forman un grupo, es el grupo de amigos que tendrás durante el resto de la carrera. En mi caso yo me llevaba con muy poca gente de mi carrera y me llevaba más con gente de Relaciones Internacionales (que es donde tenía más amigos de la prepa). No me quejo, a los que considero mis grandes amigos de la universidad son todos de esa carrera y solo un par de los que fueron de mi carrera. Todo esto fue bastante interesante porque creo que esta dinámica fue la que finalmente me empujó a estudiar aviación. Los primeros semestres fue fácil estudiar con ellos porque teníamos muchas materias en común, eventualmente cuando nos fuimos separando me di cuenta que no me gustaba convivir con los de la carrera de economía. El ambiente en mi carrera era muy pesado y muy competitivo y yo sinceramente no podía mostrar el menor interés ante lo que estaba pasando. Me costó 9 semestres darme cuenta que el hecho de haber gozado tan poco mi estancia por la carrera de economía era porque mi lugar NO era ahí. Shit happens...



A la fecha reconozco que en la universidad viví grandes momentos de mi vida, conocí grandes amigos, viví momentos académicos muy intensos y difíciles, y aprendí grandes lecciones de vida.
Cada vez que platico con mi amigo el Mij de los hubieras en nuestras vidas, pensamos en que si nosotros hubiéramos brincado de la prepa a la aviación probablemente llevaríamos trabajando 4 años en la línea, igual y ya hasta hubiéramos estado desempleados y posiblemente recontratados en otro lugar. Tendríamos un panorama muy distinto al que vivimos hoy en día, pero también nos hubiéramos perdido 4 de los mejores años que hemos tenido en nuestras vidas hasta el momento. Hoy en día extraño mucho mi universidad y me hubiera encantado conocer el futuro para así haberle podido sacar un mejor provecho a lo que vivía en ese momento. No sería intelectualmente la persona que soy hoy en día ni sabría tanto de tantas cosas. Hoy que voy en busca de mi licencia de piloto comercial, no puedo evitar pensar en que en el futuro me encantaría un trabajo que involucrara las dos carreras por las que he pasado. Tengo muchas ideas y mucha motivación por crear algo increíble, algo que cambie el panorama, algo lógico, concreto, limpio, inteligente y progresista. Sinceramente no tengo idea de que pueda ser eso, pero me concentraré en hacer lo mejor posible para llegar a ello.




A todos los que van a entrar a la universidad y leen esto, no deben olvidar que es de humanos y sobretodo de sabios cambiar de opinión. Y a los que están seguros que eso es lo que quieren, disfrútenlo porque no dura para siempre. El martirio de desvelarse 2 semanas para un examen es una sensación que van a extrañar cuando ya no estén ahí. Y ustedes no lo saben, pero realmente están viviendo los mejores años de sus vidas.

Y es así como sucede.